Acerca de Salvaje

Salvaje es una palabra que históricamente se usó de forma despectiva para referirse a los pueblos indígenas latinoamericanos. La elegí conscientemente como una forma de reapropiación con ironía, humor y orgullo. Para mí, significa libertad, instinto.

Este proyecto nació desde una necesidad personal: reconectar con el placer a través de lo hecho a mano. Buscaba algo táctil que pudiera improvisar (pude haberme quedado con la repostería, pero estaba huyendo de la precisión). El que fuera específicamente joyería llegó en un momento de crisis de accesorios que me hacía pensar: si voy a usar algo, que sea algo que no solo me guste, sino que me represente. Y a mí me han dicho toda la vida que tengo mucho carácter, y como he decidido tomármelo como un cumplido, sacarle partido a esa frase nunca se me ha dado mejor.

Esa es mi forma de abordar el concepto. Experimental pero con carácter: cada pieza es única, hecha en arcilla polimérica de forma intuitiva, improvisada casi, abrazando el color, el contraste y la imperfección, y resistiendo la lógica de la producción en serie. Personalmente, Salvaje es también una práctica emocional: un ejercicio de desaprender el perfeccionismo, entregarme al proceso y practicar el desapego. 

Soy Mara García, venezolana residente en Granada, con un recorrido en artes escénicas, fotografía, diseño gráfico y programación de cortometrajes. Salvaje es un proyecto personal de diseño de joyería abierto a expandirse. Trabajo en él desde 2022.